"Cuando uno viaja, siente de una manera muy práctica el acto de renacer. Se está frente a situaciones nuevas, el dia pasa más lentamente y la mayoría de las veces no se comprende ni el idioma que hablan las personas. Exactamente como una criatura que acaba de salir del vientre materno. Con esto, se concede muchas más importancia a las cosas que nos rodean, porque de ellas depende nuestra propia supervivencia. Uno pasa a ser más accesible a las personas, porque ellas podrán ayudarnos en situaciones difíciles. Y recibe con gran alegría cualquier pequeño favor de los dioses, como si eso fuese un episodio para ser recordado el resto de la vida.
Al mismo tiempo, como todas estas cosas son para nosotros una novedad, uno ve en ellas solamente lo bello y se siente más feliz por estar vivo..." (Paulo Coelho)

jueves, 13 de agosto de 2015

"Hasta entonces, hasta pronto..."

Parece ser, que con el tiempo y los años, el blog se ha ido transformando en una especie de diario de hojas sueltas. Un espacio donde volver para contar las aventuras, que son otras... No son tan emocionantes, ni riesgosas, son otras... Más adultas, por mucho miedo que esa palabra me de. Pero sí, más terrenales, más maduras. Y nada tiene de malo, pero es gracioso. Nada de malo porque la elección sigue siendo mía, y esto, es la consecuencia de haber seguido (y seguir), buscando. La curiosidad del cuerpo y la investigación del alma. Gracioso porque resuenan en mi cabeza las eternas preguntas que tanto tiempo me persiguieron: ¿Volverás? ¿Hasta cuándo? ¿Dónde vas a quedarte? Y se me llena el pecho cuando pienso que podría tener algo parecido a una respuesta. Antes me encogía de hombros, y ahora, me da la risa.
Feliz, feliz de estar haciéndoME mayor, y de estar aquí, en contra de lo que fueron mis expectativas y sorprendido de tanta comodidad, de tanta "normalidad"... Sorprendido de las ganas que tengo de tener un rincón para acurrucarme cuando haga frío afuera... No hablo de arrepentimientos, ni añoranzas. Hablo de equilibrio, de sentido. De tantos años y tantas, tantas historias que, son ahora, como un sueño. Un recuerdo abstracto de otras vidas, una película que, a veces, dudo haberla visto, real o imaginaria, no importa... Es parte de una base donde pisar, un escalón para acercarme hasta aquí.

Y tengo tanto que contar, tanto que decir... Me viene la imagen de una biblioteca gigante, llena de libros, apuntes, fotografías... Y yo frente a la estanterías parado, mirando el desorden producido por la acumulación de una vida. Intentando hacer lugar para todo lo que se viene... Porque por mis adentros, me vibra con fuerza el presentimiento de que en cualquier momento, llamarán a la puerta, y al abrirla, aparecerá algo tan grande y hermoso, que me surge la necesidad de estar preparado, despierto, para poder recibir lo que naturalmente la vida me trae envuelto de luz y misterio... Es tan fuerte el sentimiento, que casi sin querer, y mágicamente, van apareciendo las personas y herramientas, para que el recibimiento sea un: ¡Hola! Te estaba esperando...
No habrá fuegos artificiales, ni carrozas. Será en un lugar como éste: un humilde café vacío; con ventanas llenas de anuncios borrosos y anticuados. El café medio frío. Y un camarero tras la barra, viejo y medio calvo, vestido de otra época. Mirando hacia la entrada, mientras parece estar secando la misma taza de manera automática, como la vida pasa afuera...

Todo sucederá de manera mágica e imprevista, y para entonces, yo ya estaré esperando... Pero la espera nada tiene que ver con "sentarme a esperar", no es calma. Mientras tanto, trabajo mucho, todo el día, para que se haga realidad. Mientras, preparo y educo este cuerpo; que es una pieza de ingeniería extraordinaria, que contiene la sabiduría del universo. Trabajo para liberarme de los prejuicios y ficciones sociales. Para despertar mi vulnerabilidad, volver a ser ingenuo y poder jugar. Jugar con las emociones, y contar jugando. Crear realidades de ficción, y desde aquí, encontrar el sentido a la vida, y seguir buscando de manera infinita...

Y por ahora, seguir buscando desde acá, porque es acá donde quiero estar, donde siempre dije que no estaría...
Acá, no es Nueva York, ni Barcelona, pero es tan viva y hermosa que no lo necesita... En cuanto rascas un poco en la suciedad y el caos, lo ves, descubres su corazón de oro. Pero no es fácil, la ciudad de la furia es violenta, te hace sudar y te sacude de pies a cabeza... Pero por ahora, es todo lo que necesito...

Y esta carta, o anuncio, es para decirles: que estoy bien, que soy feliz, y que me quedo... No se si para siempre, pero de momento me encontraran acá: tras una nariz roja, sirviendo comida francesa y rodeado de gente maravillosa.
Acá les espero, están todos invitados a pasear conmigo, y con mucho amor mostrarles por qué...

Hasta entonces, hasta pronto...